Pauline Kergomard
La reglamentación de 1881 y 1882, y después la de 1887, no se contenta con prolongar y consolidar la existencia de establecimientos públicos de custodia de niños pequeños. Se procede a una completa precomposición política, institucional y pedagógica, en la cual los asilos se convertirían en escuelas maternales. A partir de ahora se pretende que el Estado se encargue directamente de todo lo relacionado con aquellas, y que sean funcionarios de la republica quienes la organicen. De este modo, atacan las congregaciones religiosas, que habían sido los principales agentes del anterior sistema filantrópico, entre otros motivos, porque el personal que se encargaba de dichos asilos no tenía ningún certificado de aptitud avalado por la Universidad. Así pues, la inspección de estos centros, hasta entonces labor de las damas, queda confiada al personal del Ministerio de Instrucción Pública. La escuela maternal formo parte de la organización administrativa unificada con la enseñanza primaria, desde la Ley Goblet de 1886.
Una figura destacada de la educación infantil en Francia fue Pauline Kergomard, autora de “La educación maternal en la escuela” (1906). Su carrera profesional se centro en la progresiva transformación de los asilos en escuelas maternales. Para ella la escuela maternal es una familia ampliada, donde son necesarios el aire, la actividad, el alimento y la limpieza. El local y el mobiliario deben ser apropiados a la concepción educativa de este tipo de centros. El educador ha de ser para el niño un protector y tiene que sentirse respetado por aquel. Es muy importante conocer los conocimientos psicológicos del niño, así como el ambiente en el que vive. La escuela maternal, proporciona buenos hábitos de salud e higiene y la educación moral que allí se imparte debe proporcionar al niño normas de comportamiento apropiadas, por ello es utilizado el castigo y las recompensas siempre en su justa proporción. En cuanto a la educación intelectual, los niños han de aprender a observar, a escuchar y a hablar, para ello es fundamental utilizar el juego porque las observaciones psicológicas que se puedan realizar gracias a él son muy ricas.
En Francia, Pauline Kergomard propone el juego como soporte pedagógico privilegiado de lo que se volvió la escuela maternal. Se trata de un juego libre, que ella consideraba el trabajo del niño. Se les da un lugar a los juguetes, con la idea de que el modelo familiar valorado lleva a considerar que el juego es más productivo que el método utilizado en clase.
En relación con el texto, han surgido diversas opiniones: Por un lado, estamos de acuerdo con las ideas expuestas en el mismo, ya que creemos que los profesores deben preparar con antelación y seriedad sus clases para que puedan resolver correctamente las dudas de sus alumnos, estar seguros de sí mismos y que lo puedan exponer con originalidad. El profesor deberá adaptar el vocabulario de las lecciones, teniendo en cuenta la capacidad de comprensión de los niños.
Sin embargo, en la actualidad nos encontramos con muchos profesores que llevan una metodología tradicional y siguen al pie de la letra la planificación curricular sin tener en cuenta las necesidades e intereses de los niños. Aun así, creemos importante que los libros de texto son un buen apoyo para los profesores, pero estos deben utilizar otros métodos para así poder innovar y romper con la monotonía diaria en el aula.
No podemos olvidar que la mejor manera de que los niños aprendan es mediante el juego, por ello los profesores deben seleccionar aquellos contenidos que quieran impartir incluyéndolos en actividades lúdicas consiguiendo de esa forma que los niños interactúen entre ellos y a su vez con el profesor.
A continuación, expondremos algunos ejemplos para conseguir que los niños aprendan los contenidos de una forma más amena y entretenida.
- Cuando el profesor se disponga a explicar los animales domésticos, podrían realizar una actividad en clase, en la cual el profesor disfrazara a cada niño de un animal diferente. Una vez disfrazados, los niños comenzarán a interactuar entre ellos de una manera divertida, aprendiéndose el nombre y el sonido de su propio animal y el de sus compañeros.
- Para aprender las estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) se formarán en el aula cuatro grupos, donde cada uno de ellos representarán las acciones que es propio de dicha estación.
- También mediante canciones, cuentos… podemos conseguir un aprendizaje más dinámico, ya que los niños presentarán una mayor atención.
- Podemos trabajar la percepción corporal, donde los niños se echarán al suelo convirtiéndose cada uno de ellos en una “cajita” y el profesor comenzará a guiar sus movimientos, por ejemplo: las cajitas se abren y forman un corazón o las cajitas se cierran y se convierten en gatitos, etc.
